martes, 15 de noviembre de 2016

Perú. Abejas sin aguijón, un filón para emprendedores

martes 15  de noviembre de 2016
http://diariouno.pe/2016/11/13/abejas-sin-aguijon-un-filon-para-emprendedores/
Bandera de Perú

Perú. Abejas sin aguijón, un filón para emprendedores

Fotos: Ke
vin Lenox Hurtado
Aldo Mendoza Gala
Diario Uno


Impulsar actividades económicas, basadas en la extracción de recursos naturales, que armonicen con la conservación y el cuidado del medio ambiente es la propuesta conjunta de Héctor Melgar y Zelene Concha, con la que obtuvieron el segundo puesto en el concurso internacional Latinoamérica Verde.
El proyecto se basa en la conservación y manejo de abejas sin aguijón, nativas de América, para el aprovechamiento sostenible de las comunidades, a través de la producción de miel y otros productos derivados.
Melgar, estudiante de Ciencias Forestales, y Concha, alumna de la facultad de Industrias Alimentarias de la Universidad Nacional Agraria La Molina, viajaron hasta Guayaquil-Ecuador, para concursar con más de 1400 proyectos socioambientales, donde quedaron entre las 500 mejores propuestas.
El premio fue un incentivo que impulsó no solo a ellos sino a la universidad misma, la que, en coordinación con la Municipalidad de La Merced en Junín vienenllevando a cabo talleres de capacitación a los comuneros para que incursionen en el biocomercio, una actividad creciente en todo el mundo y que se ha convertido en una tendencia.
Zelene y Héctor , jóvenes molinenses que apuestan por el biocomercio y el ecoturismo de las abejas sin aguijón converaron con diario UNO.
—¿Cómo es que llegan a trabajar juntos en este proyecto?
Zelene: Somos amigos desde antes de entrar a la universidad y en uno de sus viajes de estudio a la selva, Héctor me comentó sobre la existencia de abejas que no pican, eso a mí me sorprendió bastante, entonces comenzamos a investigar.
Lo empezamos a ver como tema de tesis. Yo, desde Industrias Alimentarias, comencé a documentarme sobre las características de la miel con respecto a la miel que producen las Apis mellifera, que son las abejas convencionales.
Y él, como ingeniero forestal, podía abordar el tema ecológico de las plantas o árboles melíferos, así como las consecuencias de la depredación irracional de las colmenas y su impacto en la diversidad biológica de estos polinizadores sin aguijón.
—¿Entonces, trabajaron el tema del cultivo de abejas sin aguijón mucho antes de saber del concurso internacional?
Z: Sí, mucho antes. Nosotros lo vimos como una oportunidad de emprender, sabíamos que este tipo de miel en otros países es muy valorado; su precio, incluso, llega acostar cuatro veces más que la miel convencional.
Queríamos emprender y qué mejor que en un tema relacionado a la industria alimentaria. Tenía que ver con cuidar el medio ambiente, protección de la biodiversidad; sumado a esto, la posibilidad de recibir apoyo de alguna entidad, esto nos alentó a trabajar en el proyecto desde antes.
Era necesario saber primero cómo era nuestra realidad. Poder ver en qué nivel estamos, y a qué nivel podemos llevarlo. Esto fue lo que hicimos primero, antes de ir al concurso, a Héctor se le ocurrió la idea de hablar con la Oficina de Proyección Social, ellos fueron los que nos dijeron que nos podían apoyar si es que nosotros ayudábamos a difundir las técnicas de producción sostenible. Así se inició.
Héctor: Realizamos un curso, en julio de este año, sobre producción de miel y de polen de abejas sin aguijón, y tuvo bastante acogida. El taller lo hicimos en la ciudad de La Merced con agricultores, y gente relacionada con la apicultura. Se les lanzó la convocatoria y tuvo bastante acogida. Fue un proceso de retroalimentación en el que todos aprendimos mucho.
—¿Cómo llegan a enterarse del concurso?
H: Estábamos buscando financiamiento para el proyecto en las redes sociales, hasta que dimos con el concurso. Nos llamó la atención, mandamos un formulario, les gustó nuestro proyecto y nos invitaron a participar en Guayaquil-Ecuador.
Z: Cuando nos dijeron que éramos finalistas, en la categoría biodiversidad y fauna, fue muy emocionante. Estábamos en En La Merced, realizando el primer taller de capacitación para el optimizar el manejo y cultivo de abejas nativas de América.
—Con respecto al trabajo con la población ¿cuál ha sido uno de los retos mayores para poder llegar a ellos?
H: El trabajo que vienen realizando la universidad y la Municipalidad de Chanchamayo nos ha ayudado bastante para poder llegar a la población. Cuando realizamos el primer taller nos dimos con la sorpresa de que ellos tenían varios nombres para los Meliponinos, abejas sin aguijón; les llamaban Ramichi, Cortapelo, Angelito, entre otros. Era difícil la comunicación, no sabíamos a qué se referían.
Otra dificultad que encontramos fue la forma de producción con pocas medidas higiénicas, problema que ya ha sido superado.
—¿Con cuántos tipos de abejas están trabajando? 
H: Con 5 especies, todas son nativas de América, una de ellas es la Tetragonisca angustula, que allá la conocen como Ramichi.
Son unas abejas sin aguijón pertenecen al grupo taxonómico de los Meliponinos, y son familiares de la Apis mellifera, la abeja convencional. Estas abejas, con las que trabajamos, son originarias de las zonas tropicales del mundo, pero producto del cambio de clima han ido muriendo porque son más sensibles a los impactos ambientales. Además, son endémicas (propias de una determinada zona), dependen mucho del bosque. Desaparece el bosque y se mueren.
Pero esto es solo la punta del iceberg de un problema mayor.
—¿Se proyecta trabajar con otras comunidades?
Z: En realidad este es un proyecto piloto. Ellos son apicultores, producen miel de la abeja que sí pica. Nosotros queremos hacer rentable el cultivo de Meliponinos (abejas que carecen de aguijón), promover la viabilidad y sostenibilidad de sus productos, para que después el modelo se pueda replicar en otras comunidades.
Por las condiciones geográficas se puede extender a lo largo de los bosques húmedos y secos, hablamos de toda la Amazonía y la costa norte del país.
—A lo largo de su trabajo con las comunidades ¿cuáles han sido los avances que ustedes han notado?
Z: Recién se están viendo los resultados, porque la comunicación es un poco complicada. Hay que tener presente que ellos, por lo general, están todo el día en el campo, comunicarse con ellos es bien complicado.
Pero, aun así, trabajamos con seis representantes de las comunidades de Chanchamayo, San Ramón, Perené, La Merced, San Luis de Shuaro y Vitoc.
Y creo que un gran resultado es haber hecho conocido el cultivo de estas abejas sin dañar sus colmenas. Lo realmente importante es que este conocimiento es transmitido, a través de los representantes comuneros a sus respectivos lugares, haciendo de esta actividad mucho más sostenible y amigable con la naturaleza.
—Con respecto a esta miel ¿qué lo diferencia de las otras?
Z: Bueno, en Brasil lo consideran como un alimento gourmet, porque dependiendo de cada especie varía desde el color, la capacidad antioxidante, el nivel de humedad, el dulzor, la acidez, todas esas características organolépticas (características físicas que pueden ser percibidas por los sentidos) varían en función a cada especie.
Desde el punto de vista nutricional su capacidad antioxidante es mucho más elevada que el de la abeja tradicional, la Apis mellifera.
—¿A quiénes va dirigido el proyecto?
Z: Va direccionado a todos en general. Es una actividad bien inclusiva que la pueden realizar desde las mamás que, a veces, no pueden salir porque tienen que cuidar a sus hijos, hasta personas que, generalmente, no tienen oportunidades para desarrollarse en algún trabajo.
Lo que queremos demostrar es que todos están en condiciones de hacerlo.
Es también un medio de empoderamiento de las mujeres, algo muy importante.
—¿Qué cuidados requiere el cuidado de las abejas?
H: Que estén cerca de una floración abundante; que tengan una fuente de agua próxima; proveerles de sombra y cobertura para la lluvia. Cuidarla de los enemigos naturales como las hormigas, los sapos y algunas aves.



En La Merced, realizando el primer taller de capacitación para optimizar el manejo y cultivo de abejas nativas de América.
Ecoturismo:
Una actividad complementaria
Otra forma de aprovechar la característica de estas abejas es que, al no poseer aguijón, pueden ser objeto de métodos de aprendizaje vivencial. Enseñar a los turistas, sobre todo a los niños, la importancia que tienen estos insectos dentro del equilibrio medioambiental. Una manera de despertar conciencia para evitar que se siga degradando este recurso natural.
H: Estas abejas son muy mansas, no te van a atacar, no te van a picar, no te van a causar ningún tipo de alergia, no es necesario cubrirse.
Z: Además, en otros lugares no solo las utilizan para producir miel sino que también son utilizadas como un atractivo turístico, para temas de educación, porque como no les va a picar pueden explicarle sobre la estructura de sus colmenas.
—¿Se está trabajando el ecoturismo con estas abejas?
Z: Sí, pero en México y en Brasil, acá no. Lo hacen un par de empresas privadas que las crían junto con la Apis. Con estas características no se podría desarrollar el ecoturismo porque se corre el peligro de ser atacados.
Aparte, para visitarlas sería necesario cubrirse con trajes especiales, así no se desarrolla plenamente el ecoturismo.
—¿Cuáles son sus nuevos proyectos?
Z: Como proyección es lograr un producto estándar, con el mínimo de aditivos que no malogren la calidad de la miel y que permitan darle durabilidad al producto. Darle herramientas a ellos para que puedan dedicarse a comercializarlo.
H: El tema de ecosistema es importante porque las abejas son específicas de distintos árboles y muchos de estos árboles son importantes para la alimentación de las personas en la selva, la polinización de los bosques amazónicos se debe a estas abejas y es importante tener una data de qué especies tenemos, eso quisiera hacer yo.
Z y H: Demostrar que es rentable porque no solo se puede beneficiar por la miel, sino por el desarrollo del ecoturismo, difundir y que todos empiecen a conocer sobre esta miel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario